Durante años el uso de aceites y grasas ha ayudado a evitar ruidos de chirrío y gripados en muelles, cadenas o engranajes. Esta solución no es ni la más actual, limpia o duradera a medio-largo plazo. Para ayudar al buen funcionamiento de piezas de roce sin que los residuos y el polvo del ambiente se adhieran a dichas grasas, se puede realizar una aportación de lubricante seco a una pieza tanto metálica como plástica o de goma, que aportará una capa de pocas micras de un recubrimiento en base Bisulfuro de Molidbeno o Grafito. Esta capa de lubricante seco, como indica su nombre, permite el uso de las piezas a largo plazo, sin necesidad de aportación de grasas, aceites ni mantenimiento, presentando excelentes prestaciones incluso después de su uso continuado.






